Declaración de la LBV para la 58ª sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer
Del 10 al 21 de marzo de 2014, en Nueva York, EUA
de la Redacción
07/03/2014 | Viernes | 16:08 horas | Actualizado el 22/09 a las 17:16 horas
Este informe presenta recomendaciones y buenas prácticas a la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en sus siglas en inglés) de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), organización de la sociedad civil brasileña con estatus consultivo general en el Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) desde 1999.
La LBV pone énfasis en la educación y reeducación como una estrategia de gran eficacia en la prevención y en la lucha contra toda forma de violencia hacia mujeres y niñas. Por lo tanto, las historias victoriosas que se comparten en este documento tienen el papel de contribuir con los objetivos acordados y sobre todo con el debate sobre el conjunto de acciones a definirse después del 2015, en esta 58ª sesión de la CSW.
Alziro de Paiva, representante de la LBV; la entonces subsecretaria general de las Naciones Unidas, directora ejecutiva de la ONU Mujeres y presidente electa de Chile, Michelle Bachelet (C); y la embajadora de Liberia Marjon V. Kamara, presidente de la 57ª sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
La Legión de la Buena Voluntad fue creada oficialmente el 1º de enero de 1950 (Día de la Confraternización Universal), en la ciudad de Rio de Janeiro, Estado de Rio de Janeiro, Brasil. Su fundador fue el periodista, hombre de radio y poeta, Alziro Zarur (1914-1979), quien fue sucedido en la presidencia de la Obra por el también periodista, hombre de radio y escritor, José de Paiva Netto. La LBV mantiene 87 unidades socioeducativas en todo Brasil y en otros seis países con bases autónomas: Argentina, Bolivia, Estados Unidos, Paraguay, Portugal y Uruguay. En 2013, la Institución proporcionó más de 11 millones de atenciones y beneficios a la población en situación de vulnerabilidad o riesgo social (el 73% a favor de las mujeres) impactando con su trabajo a 221.872 personas. Además de escuelas, Centros Comunitarios de Asistencia Social y hogares de ancianos, la LBV utiliza su amplia red de comunicación social (radio, TV, Internet y publicaciones) para fomentar educación, cultura y valores de ciudadanía.
La violencia contra la mujer
Un primer desafío global sobre el que la LBV llama la atención en este informe es la reducción del número de muertes de mujeres debido a la violencia extrema de género, el llamado feminicidio. En Brasil, la Ley Maria da Penha produjo expresivos avances en la protección legal de la mujer. Hoy, junto al esfuerzo constante por el fortalecimiento de los mecanismos de aplicación de esta ley, se discute la búsqueda de estrategias complementarias. En este contexto, la LBV evidencia dos aspectos que inciden en los casos de conflicto de género: la baja escolaridad de muchas víctimas y, sobre todo, la “aceptación cultural” de la violencia contra la mujer. El feminicidio es el lado más cruel de un problema por sí solo asombroso, porque hace víctimas a mujeres y niñas silenciosamente.
Aisa Kirabo Kacyira (Izq.), secretaria general adjunta y vicedirectora ejecutiva de la ONU-HABITAT, recibe las recomendaciones de la Legión de la Buena Voluntad.
En un artículo de gran repercusión, titulado “Violencia patrimonial”, el directorpresidente de la LBV, el periodista José de Paiva Netto, advertía sobre esa forma de violencia, es decir, cuando la mujer desea trabajar y es impedida por el compañero, quien para esto llega a destruirle documentos personales, bienes del matrimonio, instrumentos de trabajo y hasta expulsar a la esposa y a los hijos de la casa, oprimiendo así la voluntad que ella tiene de trabajar. Casos de este tipo son recurrentes en los tribunales brasileños. Ante tal cuadro, el artículo concluía: “Es deber de todos nosotros y de los poderes constituidos convertir en realidad el socorro a las víctimas de la violencia en sus varios aspectos. Más que esto, llegar antes, evitando que suceda”. Y “llegar antes”, para la LBV, significa promover la concientización del problema en el ámbito educativo, en los espacios públicos, con el fin de producir la tan necesaria transformación cultural en las relaciones de género.
La feminización de la pobreza
En el panel preparatorio para la 58ª sesión de la CSW, el escenario mundial requiere un enorme cuidado: las crisis económica, ambiental y de alimentos, sumadas al aumento de la desigualdad social, se refuerzan mutuamente y ponen en jaque los importantes (pero aún limitados) avances conquistados en la igualdad de género. La pobreza, el desempleo, la falta de acceso adecuado al saneamiento, a la educación, a la salud y a los alimentos repercuten primero y con más intensidad en la mujer.
Como consecuencia, empeoran los demás indicadores sociales, ya que las mujeres son generalmente las responsables en la familia del cuidado de niños, ancianos, personas enfermas o con discapacidad. En el libro Em Pauta, el escritor Paiva Netto resaltó el papel fundamental de la mujer, al afirmar que “es tan importante que, aún con todas las obstrucciones de la cultura machista, ninguna organización que quiera sobrevivir — ya sea religiosa, política, filosófica, científica, empresarial o familiar — puede abrir mano de su apoyo. Ahora bien, la mujer, inspirada por el Soplo Divino, es el Alma de todo, es el Alma de la Humanidad; es la buena raíz, la base de las civilizaciones. ¡Ay de nosotros, los hombres, si no fueran las mujeres esclarecidas, inspiradas, iluminadas!”.
La embajadora Regina Dunlop (Izq.), representante permanente de Brasil junto a las Naciones Unidas en Ginebra, y Lourdes Maria Bandeira (C), secretaria ejecutiva de la Secretaría de Políticas para las Mujeres de la Presidencia de la República. Para la embajadora, “es maravillosa la amplia difusión que la LBV está haciendo de la Ley Maria da Penha con los participantes de la conferencia”. Al lado, Adriana Rocha, la representante de la Institución en el evento, con la revista BUENA VOLUNTAD Mujer en francés.
Uno de los aspectos que diferencian la experiencia de la LBV reside en la visión holística, integral, del ser humano y de su Espíritu Eterno. Por esto, la Institución propone la articulación de las diversas estrategias para la superación de la violencia y de la desigualdad siempre en torno a un punto principal, el de la educación a lo largo de la vida.
La LBV desarrolla programas socio asistenciales que acogen a niños (aún en el embarazo materno), jóvenes y adultos, con foco en las necesidades específicas de los usuarios. También produce contenidos y campañas educativas y de movilización social, divulgados por los medios masivos de comunicación.
Son muchos los desafíos de las naciones en desarrollo, por ejemplo de países de América Latina, para universalizar la educación infantil y ampliar la jornada escolar de niños y adolescentes. Esa precariedad les impide a muchas madres trabajar formalmente. Por lo que ellas ven los recursos familiares reducidos drásticamente y pierden autonomía en relación con el compañero o demás familiares.
En este escenario, el programa Niño: ¡Futuro en el Presente! ofrece talleres socioeducativos en Brasil a niños y preadolescentes, en una jornada de 4 horas, y garantiza apoyo social a las familias. Temas como ciudadanía, igualdad de género y protagonismo infanto-juvenil son trabajados con los niños y también con los padres o responsable. Los profesionales de la LBV están preparados para identificar y contribuir con la solución de casos de violencia doméstica y abuso sexual.
En los programas Joven: ¡Futuro en el Presente!, Vivencia Solidaria y Vida Plena estos temas son tratados por la LBV de una forma más abarcadora con los adolescentes, las mujeres adultas y las ancianas. Anualmente, la iniciativa concientiza a miles de usuarias sobre los mecanismos que aseguran sus derechos y les ayudan a crear y fortalecer vínculos sociales y comunitarios rios fundamentales para la emancipación de la mujer y la superación de situaciones degradantes. El apoyo de la Institución puede complementarse con el programa Capacitación e Inclusión Productiva, que prepara a las personas atendidas para el mercado de trabajo formal o para el emprendedorismo. La acción valoriza actividades de generación de recursos en sintonía con la realidad de la comunidad atendida. La LBV de Bolivia, por ejemplo, estimuló la creación de una cooperativa para la capacitación de mujeres en la producción de escobas ecológicas, ayudando tanto en la reducción de los residuos de botellas PET arrojados al medio ambiente como en mejorar significativamente los recursos de esas familias.
En los casos en que la mujer ejerce el liderazgo comunitario, actuando en la interlocución con el poder público acerca de cuestiones de saneamiento, habitación e infraestructura urbana, ella encuentra capacitación y un espacio para el intercambio de experiencias en la acción de la Red Sociedad Solidaria, de la LBV. En ese movimiento, liderazgos de los sectores público y privado, de universidades y sociedad civil actúan en red, posibilitando la formación de alianzas y la aplicación de políticas públicas.
La salud de la mujer
En el campo de la salud, las altas tasas de mortalidad materna, particularmente en el sudeste asiático, en África subsahariana y en regiones específicas de países en desarrollo — así como los elevados índices del VIH/SIDA en países de África y del Caribe —, ponen la salud sexual y reproductiva en el centro de las acciones en la promoción de la calidad de vida para la población femenina a escala global. La LBV acumula una vasta experiencia pedagógica en el área de planificación familiar y en la prevención de enfermedades sexualmente transmisibles. Además del trabajo interdisciplinario en la educación básica, incluyó hace 13 años la disciplina llamada Convivencia en la matriz curricular. Al proponer a los jóvenes actividades de investigación y la reflexión crítica sobre temas de comportamientos y sus reflejos en la sociedad, la Institución los ayuda a establecer relaciones afectivas de forma equitativa, más madura y segura, en una perspectiva de igualdad de género.
Otro frente de acción permanente de la LBV en ese campo es el programa Ciudadano Bebé, que asegura seguimiento y apoyo social y psicológico a centenas de embarazadas todos los años. Ofrece orientación para la vivencia de una maternidad saludable y para los cuidados necesarios del niño durante los tres años de vida, dedicando especial atención a la valorización de la feminidad de las participantes.
El público clave está formado por embarazadas y mujeres con hijos en la primera infancia que enfrentan dificultades financieras, inestabilidad en la relación familiar y conyugal y afección psicológica. Tales situaciones, agravadas por la falta de planificación del embarazo y por presiones sociales y familiares, especialmente de su compañero, causan un gran conflicto emocional y pueden acarrear actos precipitados, con secuelas físicas y psicológicas que acompañarán a la mujer por toda su vida.
Para garantizar el derecho a la vivencia plena de la maternidad, la Institución recomienda que experiencias como la del programa Ciudadano Bebé, de apoyo social y psicológico a la embarazada (unido a la asistencia médica del prenatal), sean reproducidas y/o que influyan en la creación de políticas públicas capaces de atender cada vez más a las mujeres en situación de riesgo. Siempre con el posible apoyo de la iniciativa privada y del Tercer Sector.
La Legión de la Buena Voluntad reconoce también los esfuerzos emprendidos en Brasil para garantizarles el derecho al reconocimiento paterno a todos los niños brasileños. En fin, “el Estado y la sociedad, unidos, tienen que gestionar soluciones para que las familias críen y eduquen dignamente a sus hijos”, conforme ha declarado, desde la década de 1980, el director-presidente de la LBV.
La educación con valores perennes
El modelo de educación de la LBV se ha sistematizado y multiplicado en otras áreas de la enseñanza pública y privada, y cuenta con el reconocimiento académico. La Institución mantiene la disposición de compartir su pedagogía y metodología de trabajo con las organizaciones sociales y educativas de otros países que se interesen en adaptarlas a su realidad local.
Así como sucede en la enseñanza formal, escalonada, en la que cada año se espera del educando la adquisición gradual de saberes y capacidades, la LBV establece objetivos pedagógicos anuales para el desarrollo de los valores de ciudadanía, con estrategias y mecanismos evaluativos específicos. Basándose en esto, la disciplina Cultura Ecuménica desarrolla, con profundidad, temas trimestrales generadores de contenido social y cultural, dialogando con las demás disciplinas académicas.
Una de las temáticas trabajadas, como ejemplo de esta práctica, fue la Caridad — considerando el término en su significado más amplio, como sinónimo de Amor Fraterno. El 5 de septiembre de 2013, el mundo conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Caridad, una celebración anual instituida por la ONU. Este reconocimiento representa un paso importante rumbo a la humanización de las políticas públicas que tengan en consideración la dimensión afectiva y espiritual del ser humano.
La LBV, que lleva más de 20 años de estar asociada al Departamento de Información Pública de la ONU y en 2014 cumple 15 años de la obtención de estatus consultivo general en el ECOSOC, manifiesta su satisfacción por poder contribuir a esa transformación. Desde el inicio, siempre buscó presentar en los debates de las Naciones Unidas su punto de vista sobre el papel de la Solidaridad, del Altruismo, del Amor Fraterno, y de la Espiritualidad Ecuménica para encaminar las cuestiones globales.
Considera, pues, esos y otros valores esenciales para la construcción de una sociedad más justa, en la que sea eliminada toda discriminación de género, etnia, orientación sexual, religión, condición social, etc.
Respecto a la noción de Caridad, afirmó el dirigente de la LBV en un documento enviado a la ONU en el 2007, en ocasión de la Reunión de Alto Nivel del ECOSOC, en Ginebra: “La Caridad, en su expresión más profunda, debería ser uno de los principales estatutos de la Política, porque no se limita al sencillo y loable acto de dar el pan. Es el Vivian R. Ferreira Leilla Tonin sentimiento que – iluminando el Alma del gobernante, del parlamentario y del magistrado – conducirá al pueblo a un régimen en el que la Solidaridad sea la base de la Economía, entendida en su más amplio significado. Esto exige una reestructuración de la Cultura, por medio de la Espiritualidad Ecuménica y de la Pedagogía del Afecto, en el ámbito popular y como disciplina académica”.