La LBV apoya a las mujeres que buscan autonomía

En Montevideo, Uruguay, el Instituto Educativo y Cultural José de Paiva Netto, de la LBV, tiene un papel importante en la vida de muchas familias. La historia de Alana Yamila Reyna Rodríguez, de 28 años, demuestra cómo incide la Institución. Madre de dos niños, al separarse del padre de sus hijos se encontró sin ningún ingreso económico, por lo que necesitó de la ayuda de sus parientes para sobrevivir. Su vida comenzó a cambiar cuando obtuvo el amparo de la Institución. “Antes de que los niños comenzaran las actividades en la LBV me resultaba muy difícil salir y trabajar, porque no tenía a nadie para cuidarlos. Realmente, desde que están en el Instituto, mi vida y la de ellos cambió”, contó. Actualmente, su hijo mayor, Ezequiel, de 7 años, participa en el programa Niño: ¡El Futuro en el Presente!, y Kevin, de 4 años, estudia en el Jardín Infantil Jesús.

Comprender que podría transformar su realidad fue el paso siguiente de Alana. “Afortunadamente, recibimos mucho apoyo de la Legión de la Buena Voluntad, participamos en conferencias y talleres que nos están haciendo muy bien, donde nosotras, las mujeres, podemos expresarnos”, destaca. Y añade: “Actualmente trabajo en un puesto de frutas y verduras, mientras mis hijos están en la LBV. En cuanto puedo voy a buscarlos, e inmediatamente vamos para casa, donde ellos reciben toda la atención que necesitan de mí”.