Un bien para todos: la importancia del agua

¿Ya paraste para pensar la importancia del agua en su vida? 

Es común que cuando vamos a la playa y miramos al océano imaginemos que toda la inmensidad de agua que esta adelante nuestro no tiene fin. Pero, no es así. Según el Atlas del Agua*, la cantidad de agua disponible es de 1,386 billones de KM³, aproximadamente. Y los 97,5% de esta agua es salada. De los 2,5% de agua dulce, más de dos tercios no están disponibles al ser humano. O sea, el recurso más precioso de la Tierra es finito.

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Ahora, piense en las siguientes situaciones: usted se despierta, cepilla los dientes, se baña, pone las ropas para lavar, luego prepara un café, antes de salir para el trabajo toma dos vasos con agua, lava las manos antes de almorzar, moja las plantas que adornan tu casa, lava los platos y ollas sucios, limpia la casa...etc. Acciones que se repiten todos los días, pero ¿sería posible hacerlo sin agua? ¿Imposible, no? En muchos países la falta de agua ya es una realidad dificultando estas y otras acciones básicas para la supervivencia.

No por casualidad, la Tierra es llamada de Planeta Azul. El título es dado por la gran cantidad de agua disponible, pero el agua que está destinada para consumo es muy limitada. Con la revolución industrial, la humanidad pasó a un aumento de los hábitos de consumo exagerado y de polución. La populación creció juntamente con las ciudades que siguen desarrollándose y las exigencias también aumentaron. Abastecer a esa demanda tan alta llevando agua potable a la populación es la preocupación de dirigentes en todo el mundo.

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Y debe ser nuestra preocupación también. Cuando abrimos la canilla la sensación que se tiene es que el agua va a estar siempre ahí, pronta para que la usemos. En el consumo doméstico es más evidente el control que podemos tener para la preservación del agua. Al concientizarnos, por ejemplo, que 30% del agua doméstica se pierde en las descargas del sanitario, y 35% se usa para la higiene personal, debemos cambiar nuestras acciones para la preservación del recurso natural más fundamental del planeta.

El agua también es muy importante para sanar el hambre en el mundo.  En la agricultura, por ejemplo, es utilizada casi 70% del agua dulce. Según el Atlas del Agua, es necesario más de 1900 litros de agua para cultivar apenas 1 kilo de arroz. Es mucho, pero ya hay estudios en esta área para utilizar menos agua en más alimentos.

Cuidar el agua es cuidar de la salud. Muchas de las enfermedades más mortíferas del mundo, la diarrea, por ejemplo, son causadas por el agua sucia o productos químicos tirados por las industrias en los ríos. En los países en desarrollo aproximadamente 80% de las enfermedades son diseminadas por el agua. Muchas familias utilizan esta agua para todo.

Hablar sobre el agua es hablar sobre la vida de toda la humanidad. Según la Organización Mundial de la salud, 842 mil personas mueren a cada año por el agua impura, saneamiento y pésimas condiciones de higiene. Es necesario concientizarnos de que con nuestros hábitos, podemos ayudar a preservar el agua, disminuyendo el tiempo de bañarse, guardando agua de la lluvia para mojar las plantas, cerrando la canilla cuando cepillamos los dientes, y muchas otras actitudes que pueden ser realizadas en nuestras casas. Parece que es una gota en el océano todo lo que hacemos, pero si cada uno hace su parte, seguramente que las futuras generaciones agradecerán.  

Nunca se habló tanto de la importancia del agua como en los días de hoy. Las profesiones verdes, o sea, aquellas que se ocuparán de los temas del medio ambiente, incluyendo el agua, serán las carreras más promisoras del futuro. Pensar en estrategias para ahorrar, soluciones que lleven agua a comunidades carentes, descontaminar acuíferos y ríos serán noticias cada vez más importantes. Todo es agua. Nosotros somos agua. Cuidémosla. Sobre la atención que todos nosotros debemos tener con el agua y con los recursos naturales en general, dice el periodista José de Paiva Netto: "Educar. Preservar. Sobrevivir. Humanamente también somos naturaleza".
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*Atlas del Agua - Robin Clarke e Jannet King