La grave crisis ambiental

Para el periodista y escritor brasileño André Trigueiro, el escenario hostil creado por el calentamiento global exigirá una nueva ética civilizada.

Rodrigo de Oliveira

30/11/2015 | Lunes | 16:15 horas | Actualizado el 22/09 a las 16:07 horas

La eminente crisis ambiental que amenaza al mundo debe cambiar drásticamente nuestra forma de pensar, actuar y hacer planes para el futuro. Principalmente en las últimas décadas, el ser humano destruyó selvas, pescó sin medidas, contaminó el aire y el agua, extrajo todo lo que podía de la casa Tierra, con poquísima o ninguna preocupación por la continuidad y la conservación de los recursos naturales.

Priscilla Antunes
El periodista André Trigueiro (Der.), reportero de la TV Globo, y Rodrigo de Oliveira, de la revista BUENA VOLUNTAD.

Sin embargo, muchas personas han buscado el equilibrio perdido, afirmando que es necesario dejar de lado el individualismo, ser más solidario y abrazar causas en beneficio de esta morada global. Entre quienes continúan al frente de esta lucha se destaca el escritor, periodista y conferencista brasileño André Trigueiro, que trabaja, como él mismo afirma, en el slogan de su blog, Mundo Sostenible (www.mundosustentavel.com.br), “abriendo espacio en los medios de comunicación para un planeta en transformación”. Él recibió al equipo de la Super Red Buena Voluntad de Comunicación (radio, TV, portal y publicaciones) en las dependencias de la Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro (PUC-RJ), de la cual es profesor y creador del curso de Periodismo Ambiental, para hablar de los desafíos del momento actual y de las expectativas en relación con la 21a Conferencia de las Partes (COP21), de 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015, en la capital francesa.

En la esclarecedora entrevista, Trigueiro dio valiosas informaciones sobre estos y otros tópicos relevantes, haciéndolo con conocimiento de causa, pues, en su condición de editor jefe del programa Ciudades y Soluciones —transmitido por la GloboNews—, de reportero de la TV Globo y de comentarista de la Radio CBN, suele viajar por Brasil y por el exterior en busca de pautas socioambientales. A continuación, los principales fragmentos de la entrevista.

BUENA VOLUNTAD: Su nombre está muy asociado a la cuestión de la sostenibilidad. ¿El periodismo lo llevó hacia ese camino?

André Trigueiro: Con toda franqueza, fue una adhesión personal, espiritual. En verdad, si yo no fuera periodista (...), con seguridad estaría convergiendo en dirección a un protocolo de actividades asociadas al pensamiento urgente que el planeta requiere de nosotros (...), estaría motivado para construir puentes entre la actividad profesional y ese compromiso con una nueva ética civilizada que permitiese la esperanza, la oportunidad a la Humanidad de vivir en un planeta sin escasez de aquello que es esencial para nosotros: buena agua para beber, tierra fértil y aire respirable. Ese riesgo [de escasez] no es exagerado. No es sensacionalismo ni actitud alarmista. Lamentablemente, el actual modelo de desarrollo también significa un riesgo para nuestra especie. (...) Cualquier persona que esté mínimamente informada sobre lo que está sucediendo, debería percibir que no hay tiempo que perder. (...) Yo, sinceramente, me convertí en una persona mejor con este punto de vista ambientalista, a pesar de muchas imperfecciones y problemas, porque me hizo ser más solidario y preocuparme más de realizar, en el quehacer diario, pequeñas acciones que influyan en la calidad de vida de la comunidad.

BV: Para llegar a esta sala en el cuarto piso, usted utilizó las escaleras. ¿Esto refleja esas pequeñas acciones?

Trigueiro: Forma parte. Yo diría [que éstas] son ejercicios espirituales. Mientras estemos por aquí, necesitamos dejar un legado, y el legado no necesariamente precisa ser algo visible, que alguien está percibiendo; es lo que usted realiza en su intimidad. Esto expresa una verdad, una convicción que [usted] construyó. Es así que las personas se remodelan y se educan para un mundo diferente. Ese mundo mejor y más justo empieza por nosotros.

BV: Inmediatamente, al inicio de nuestra conversación, usted habló sobre el factor espiritual. ¿Cómo lo ayudó em este camino?

Trigueiro: Cuando se habla del medio ambiente, se está hablando de una totalidad integrada y de un universo sistémico, de todas las partes que se interconectan, interactúan y son interdependientes. Esa es la visión que la Ciencia moderna tiene. Esa es una visión espiritual, es decir, en cierta medida, cuando hablamos sobre la totalidad integrada, esa podría ser una definición de Dios. Yo soy espiritista, y en la lectura de las obras básicas de Allan Kardec vemos, por ejemplo, esa visión de la totalidad integrada, en la que todos nosotros, a través de sucesivas existencias —somos, los espiritistas, reencarnacionistas—, vamos avanzando por todos los reinos de la Naturaleza. Pero, vea, yo no hago proselitismo. [La creencia en la reencarnación] es un asunto individual. Cada uno tiene el derecho de creer o no creer. Ahora, lo que hace la diferencia, desde el punto de vista espiritual, es lo que usted practica. Es muy posible que en el cielo de los espiritistas, de los católicos, de los budistas y de los islámicos existan muchas personas con una condición privilegiada que no creían en nada en la Tierra, pero hacían toda la diferencia a favor de su semejante, del planeta y de sí mismos.

BV: Hablando de ese esfuerzo global, ¿qué espera el mundo de la Conferencia sobre el Cambio Climático 2015?

Trigueiro: Primero, la singularidad de esta conferencia es que es la primera que admite las propuestas voluntarias de los países. Nosotros tendremos la oportunidad de verificar cuál es la disposición de cada nación en hacer su parte para que el planeta no entre en la segunda mitad del siglo XXI con un escenario extremadamente hostil, causado por la elevación de la temperatura por encima de 2 grados. Segundo punto importante: fue emblemática la manera en que China y los Estados Unidos, que juntos responden por la mitad de las emisiones de gases [de efecto] invernadero, antes de la conferencia de París ya dijeron lo que pretenden hacer; lo que es muy interesante, [pues ambos están] generando presión sobre otros países. Tercero: pienso que, a partir [de este evento] de París, aceleraremos el proceso en dirección hacia una economía de bajo carbono. Quiere decir que se abre el camino, por ejemplo, para que la Organización Mundial del Comercio no tolere más que un producto que venga de un país que no tiene ningún rigor en la reducción de las emisiones de gases [de efecto] invernadero sea vendido más barato, porque el país no está invirtiendo nada para sustituir carbón, petróleo y gas. Usted creará un ambiente donde los productos que tengan la huella de carbono muy elevada no puedan más ser competitivos por ser ineficientes. También espero que la COP de París tenga el coraje, que la Río+20 no tuvo, de eliminar el subsidio para combustibles fósiles. Nosotros tenemos entre 800 mil millones y 1 billón de dólares que se gastan por año en subsidio para un sector que ya es lucrativo. (...) No quiero vivir en un mundo que ofrece subsidio a los peores enemigos que contribuyen al efecto invernadero. Mi abuela decía algo sabio: “Usted no hace una tortilla sin romper los huevos”. La mejor negociación es aquella en la que nadie sale totalmente satisfecho. Discúlpeme quien no se dio cuenta de que el tercer milenio nos trae un escenario cada vez más hostil y difícil, porque desde ahora no estamos encarando los problemas como deberíamos. Este es un mundo que está demandando mayor protagonismo, voluntarismo, altruismo... Nosotros necesitamos hacer nuestra parte.

BV: En un reportaje reciente, usted destacó que en el sector de la energía eólica no hay crisis. Ella responde por el 5% de toda la energía consumida en Brasil. En el 2020, deberán ser impresionantes el 10,5%. ¿Cuáles son las perspectivas de las energías renovables en nuestro país?

Trigueiro: La utilización de energía eólica es un punto exitoso a nivel internacional. Hace cinco años, nadie imaginaría que [esto] fuera posible. Brasil, de hecho, sorprendió al mundo y a los propios brasileños. Yo quedé muy entusiasmado al entrevistar al Director General del ONS (Operador Nacional del Sistema Eléctrico), Hermes Chipp, que dijo: “Cambié de idea en relación con la eólica. Me asustaba la presencia de una fuente inestable, porque no siempre hay viento fuerte”. Hoy, él cree que, en los próximos años, habrá un desempeño aún más impresionante. Somos testigos de un período histórico, y Brasil parte, de forma acertada, en dirección hacia otras fuentes de energía, que son abundantes en nuestro territorio. Los vientos del Nordeste son los mejores del mundo. Quien está invirtiendo en un parque eólico en esa región está impresionado con lo que ellos llaman factor de capacidad. El promedio mundial [de ese factor] es del 30% (…). En el Nordeste, el 12 de agosto de 2015, el factor de capacidad de los parques eólicos de la región fue del increíble ¡80%! Y la [energía] solar va en la misma dirección. El año pasado estuve en China y en 2013, en Alemania y en los Estados Unidos, y vi que la energía solar tiene un gran éxito. Lo curioso es que el mejor lugar de Alemania para instalar un parque eólico equivale al peor lugar de Brasil. ¡Es increíble nuestro potencial!

BV: ¿Cuál es la responsabilidad de cada ciudadano con las metas mundiales?

Trigueiro: Consumir de forma consciente. El consumismo agrava el efecto invernadero, porque todos los productos o servicios, para ser ofertados a nosotros, demandaron emisiones de gases [de efecto] invernadero. Si yo consumo con moderación, estoy desacelerando esa emisión de CO2. Usar energía de forma moderada. El brasileño lo está haciendo debido a las tarifas carísimas de energía eléctrica, pero es importante interiorizar siempre esto en la rutina. Favorecer el transporte público al máximo o la bicicleta, cuando exista seguridad, o ir a pie a distancias razonables, que hace bien a la salud. Necesitamos dar valor a las áreas verdes en la ciudad, [pues] cada vegetal que crece retira o absorbe el CO2 de la atmósfera, y reducir el consumo de agua. Nosotros somos hijos de Dios existiendo en la Tierra. Esta casa no nos pertenece; somos inquilinos. Y, por la ley del inquilinato, yo tengo que devolver el inmueble, como mínimo, en perfectas condiciones, como lo encontré. (...) No existe neutralidad en el Universo. Para hacer el Bien, tiene que salir de la zona de confort y declararse dispuesto a realizar. Para hacer el mal, a veces basta la omisión. Las personas necesitan estar dispuestas a cambiar, y esto requiere actitud y compromiso. No tenga miedo de involucrarse en una causa, porque esto le da sabor a la vida.

Al terminar la entrevista, André Trigueiro retribuyó el saludo del Director Presidente de la LBV, el periodista Paiva Netto, con este mensaje: “¡Gracias! Envíele un abrazo. Estamos juntos. (...) Hagamos nuestra parte por un mundo mejor y más justo, un planeta sostenible”.