La igualdad de género comienza en la escuela

Vivian R. Ferreira

Desde hace 65 años, la Legión de la Buena Voluntad se ha empeñado en ofrecer una educación de calidad a niños y niñas, jóvenes, adultos y ancianos en situación de vulnerabilidad social. Sus acciones socioeducativas han influido significativamente en los cambios de las condiciones de vida de personas en situación de pobreza, particularmente de mujeres y niñas, quienes conforman el mayor porcentaje del público atendido por la Institución. Ellas son mayoría tanto en los cursos de formación profesional, como en las charlas educativas sobre salud, sexualidad, emprendedorismo y otras temáticas de actualidad vinculadas al quehacer familiar.

Si los cursos ofrecidos por la Organización representan un cambio positivo en la situación financiera de esas mujeres (muchas veces responsables del sustento del hogar), aún mayor es el impacto que genera en sus vidas cuando, desde niñas, ingresan en las escuelas de la red de enseñanza de la LBV y reciben una educación de calidad, fundamentada en valores espirituales, éticos y ecuménicos, tal como propone la Pedagogía del Afecto (dirigida a niños de hasta 10 años) y la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico (a partir de los 11 años).

Esta línea educativa creada por el dirigente de las Instituciones de la Buena Voluntad, el educador José de Paiva Netto, establece un currículo diferente, integrando al desarrollo intelectual la Espiritualidad Ecuménica¹, lo cual permite aliar el raciocinio al sentimiento, en la práctica de las clases/actividades. Relacionar el contenido pedagógico con hechos de la vida cotidiana y promover debates que refuercen una postura asertiva para afrontar casos de asedios, prejuicios y otras situaciones discriminatorias, son estrategias utilizadas por los profesores con las alumnas y alumnos de las unidades de enseñanza de la LBV.

Vivian R. Ferreira

La práctica en las escuelas

La igualdad de género se aborda continuamente en las escuelas de la Institución, por medio de actividades donde se debate y se informa sobre los derechos de los alumnos, y en especial de las niñas. Esto se lleva a cabo en lo cotidiano, de muchas maneras. Una de las más frecuentes se da con investigación de temas. Este intercambio de ideas, a partir del material obtenido y mediados por los educadores, funciona como verdadero momento de capacitación personal y apropiación de conocimiento, que prepara a los estudiantes para una reacción positiva ante situaciones que puedan surgir en sus vidas.

En la aplicación de esa propuesta se destacan las buenas relaciones que surgen entre los dos lados. Los alumnos suelen socializar el contenido que investigan (como la Ley Maria da Penha² y otros temas que tratan sobre la defensa de las mujeres), de modo que los jóvenes se apropian del tema y adoptan una postura protectora en el tratamiento de las jóvenes/colegas, generando un ambiente de respeto y dignidad, necesarios e importantes para la buena convivencia en sociedad y que por eso, deben ser cultivados dentro y fuera del aula, incluso en relación con sus futuras compañeras. Tales discusiones también amplían la percepción de los varones en cuanto al papel esperado de protección a sus madres y hermanas, incluso también como divulgadores de providencias que deben tomarse en caso de violencia doméstica, violación, discriminación o cualquier otra forma de tratamiento irrespetuoso e inmerecido hacia el género femenino.

Así, a la escuela le corresponde indicar caminos intelectuales de recopilación de información, sin descuidar la imprescindible formación de los estudiantes. Sin conocimiento intelectual y autoconocimiento basados en los derechos que las leyes legitiman, no se alcanzarán el cambio y el empoderamiento que se espera para ambos sexos, víctimas de situaciones adversas.

Los conceptos educativos señalados en la propuesta pedagógica de la LBV nos invitan a reflexionar sobre la necesidad de contribuir con el fortalecimiento interior de los estudiantes, por medio de una base sólida, propiciada por el ambiente escolar (además del familiar). Del interior de cada uno es que surgirá la fuerza necesaria para asumir una posición crítica y proactiva ante las situaciones que los amenacen. No es por casualidad que la metodología propia de las escuelas de la Entidad, el MAPREI (Método de Aprendizaje por Investigación Racional, Emocional e Intuitiva), incentiva el diálogo y da la oportunidad de tratar cualquier temática, mediada por los educadores en el aula.

André Fernandes

En su libro É Urgente Reeducar! (¡Es Urgente Reeducar!), el educador Paiva Netto escribe acerca del trabajo de la Obra, afirmando que “(...) lo que la LBV propone es un extenso programa de Reeducación. Y es lo que venimos realizando dentro de nuestras posibilidades, buscando despertar el interés de tantos idealistas que, como nosotros, no creen en la fatalidad de destinos permanentemente condenados a la desgracia, por cuestiones sociales, políticas, religiosas, étnicas...”. No se empodera a un estudiante señalándole solamente los caminos de la intelectualidad. Cada persona tiene su integridad y es necesario equilibrar su formación racional con un corazón imbuido de buenos sentimientos (como postula el creador de esta propuesta pedagógica), que lo lleven al deseo de vivir en un mundo más justo, no permitiendo, ni para sí ni para los otros, que la ignorancia sea un obstáculo para la necesaria transformación de las generaciones que académicamente se preparan para desempeñar una función activa en la sociedad.  

La campaña lanzada en conmemoración del 20º aniversario de la histórica Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada por la ONU Mujeres, Beijing+20: “Empoderando a las mujeres. Empoderando a la humanidad: ¡Imagínalo!” invita a los distintos sectores de la sociedad a reforzar la protección y capacitación de las niñas y mujeres de todo el mundo. Fortalecidas en el ambiente escolar con informaciones sobre los caminos legales a recorrer en caso de diferentes formas de malos tratos y/o abusos, ellas pueden soñar y, más que esto, son capaces de determinar un futuro mejor, al sentirse protegidas por medio de una escolaridad que les permita salir del ciclo de pobreza, del que muchas no logran librarse por falta de preparación académica. Empoderar a las niñas por medio del estudio y la capacitación profesional contribuye a favorables perspectivas de práctica de los derechos humanos, propiciando su voz activa en los medios de comunicación y su intervención en cuestiones como medio ambiente y economía. Facilita, también, el acceso a actividades que les posibiliten asumir espacios de poder y liderazgo político y/o profesional.

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*Suelí Periotto es supervisora de la Pedagogía del Afecto y de la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico, y Directora del Instituto de Educación José de Paiva Netto, en la ciudad de São Paulo, Brasil. Es doctoranda y máster en Educación por la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP); conferencista y presentadora del programa Educación en Debate, de la Super Red Buena Voluntad de Radio.

¹ El educador Paiva Netto es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.

² Bautizada como Ley Maria da Penha, en homenaje a la farmacéutica bioquímica Maria da Penha Maia Fernandes. Su historia de vida inspiró la nueva legislación brasileña, la Ley Nº 11.340, sancionada el 7 de agosto de 2006, que creó mecanismos más rígidos para frenar y prevenir la violencia contra la mujer, además de introducir cambios en el Código Penal y en la Ley de Ejecuciones Penales.