Buenos hábitos alimenticios ayudan en la prevención del cáncer
de la Redacción
28/10/2015 | Miércoles | 11:09 horas | Actualizado el 22/09 a las 16:17 horas
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, de acuerdo con lo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Datos de la Organización afirman que más del 30% defunciones por cáncer podrían evitarse.
Aunque el cáncer esté asociado a la predisposición genética, otros aspectos están relacionados con su surgimiento, tales como el fumo, el alcohol, el estrés y el sedentarismo. Pero, es en la alimentación que los cuidados deben ser tomados. Los malos hábitos en la alimentación pueden acarrear serios problemas de salud, como la obesidad, que son determinantes para el desarrollo de la enfermedad.
Las consecuencias del cáncer vinculadas a la alimentación se encuentran, principalmente, en la ingestión de grasas en exceso, como la saturada y la trans. El primer tipo se encuentra en productos de origen animal, como carnes rojas y blancas o en derivados integrales y su consumo diario no puede ser mayor que 20 gramos. En caso contrario, causará el aumento del colesterol malo, que al depositarse en las arterias aumenta los riesgos de desarrollar problemas cardíacos.
La grasa trans se origina mediante un proceso químico, la hidrogenación, en el que aceites vegetales se transforman en ácidos grasos trans, que se encuentran en productos como papas fritas, helados o saladitos. Si se consumen más de 2 gramos por día, tienen como consecuencia la disminución del colesterol bueno y el aumento del colesterol malo.
Otros alimentos que merecen una atención especial son los industrializados. Ellos ocupan un espacio cada vez mayor en los estantes de los mercados y en la despensa de las casas debido a su practicidad. Son productos que ya vienen listos o casi listos para el consumo y su extenso plazo de vencimiento los vuelve admisibles para su almacenamiento. Pero es en esta facilidad que se encuentra la verdadera “trampa” de estos alimentos. Por tener muchos aditivos químicos, entre ellos los colorantes, aromatizantes y conservantes, su consumo de forma frecuente es perjudicial a la salud.
El consumo de estos alimentos unido a la falta de nutrientes, esenciales en el organismo acaban por ocasionar un desequilibrio nutricional, elevando las posibilidades de desarrollar algún cáncer. Por esto, es recomendable la ingestión de alimentos ricos en vitamina C, como las frutas cítricas, y en vitamina E, encontrados por ejemplo en los aceites, granos o nueces. Los alimentos de color amarillo, como la calabaza, la zanahoria, la papaya y el mango, constituyen el grupo de los betacaroteno, que no sólo ayudan a reducir el riesgo de cáncer como también de los problemas cardiovasculares.
Para los hombres, un alimento que no puede faltar en las comidas es el tomate. Investigaciones muestran que el licopeno, responsable por dar el color rojizo a la fruta, reduce la posibilidad del cáncer de próstata.
Para las mujeres, la presencia en el organismo de los flavonoides, retirados del jugo natural de uva, y de las Isoflavona, presente en la soja, disminuyen las posibilidades de cáncer de mama por tener un filtro de estrógeno.
Cuide de su salud alimentándose bien y practicando ejercicios físicos regularmente. Al sentir cualquier síntoma, busque un médico.
Versión: Heriberto Fleitas
Revisión: Luci Teixeira