Nueve síntomas que prueban que está estresado
Nathan Rodrigues
15/05/2017 | Lunes | 16:40 horas | Actualizado el 04/07 a las 9:54 horas
El estrés puede servir como una señal de alerta. ¿Lo sabía? Para nuestra protección, el cuerpo nos envía señales físicas y emocionales, haciendo que permanezcamos atentos a todo lo que pasa a nuestro alrededor. Si no fuera por este mecanismo fisiológico, nuestros antepasados no habrían sabido qué hacer en el caso de un encuentro inesperado con un animal; y nosotros no soportaríamos las presiones del día a día, por ejemplo.
Sin embargo, esto se convierte en un problema cuando esta tensión se vuelve crónica. Al entrar en la siguiente etapa —denominada resistencia—, el estrés se vuelve un gran problema para la salud. Por eso, es importante estar atento a los “recados” enviados por el organismo, ¿cierto?
Vea algunas de las señales de estrés que afectan directamente su bienestar:
Alteraciones del humor
Es uno de los síntomas más comunes. Si está perdiendo la cabeza con más facilidad y su estado de ánimo cambia con frecuencia, pasando de una tranquilidad inalterable a una rabia aguda en cuestión de minutos, es hora de buscar ayuda.
Ansiedad
Es uno de los principales síntomas de estrés psicológico. El miedo, la impaciencia y el nerviosismo son algunas de las señales que muestran que usted está demasiado tenso.
Dolores en el cuerpo
Las personas estresadas suelen tener dolores generalizados, provocados por la contracción de los músculos. Una cefalea, popularmente conocida como dolor de cabeza, por ejemplo, se agrava por las crisis de estrés.
Fatiga
Un largo período de exposición a situaciones estresantes puede acabar con nuestras energías. Y la disposición para realizar actividades sencillas y rutinarias va disminuyendo, disminuyendo...
Insomnio
Las personas estresadas tienen dificultad para dormir. Esto sucede porque la hormona del estrés mantiene el cuerpo en alerta, impidiendo el momento de un buen descanso.
Caída del cabello
Es la hormona del estrés, que ataca una vez más. Ella puede alterar las células, dejando delgada la hebra del cabello. De este modo, quedan más propensos a la caída.
Aumento de peso
El estrés puede medirse en la balanza. ¿Lo sabía? La ciencia lo demostró. Se altera la sensación de saciedad y se empieza a comer más.
Enfermedades frecuentes
El sistema inmunológico también es afectado por el estrés. Por eso, el cuerpo es más vulnerable a la acción de virus y bacterias.
Memoria
¿No sabe dónde dejó la llave de su casa? ¿Se olvidó de alguna tarea en el trabajo? Esto puede ser el resultado de una carga elevada de estrés, que perjudica el almacenamiento de la información en el cerebro.
Y ahora, ¿qué hacer?
En muchos de los casos, las señales físicas y emocionales del estrés son tan fuertes que solo disminuyen con un tratamiento médico, que puede llegar a incluir el uso de medicamentos.
Para que la situación no llegue a este estado, alcanza con adoptar algunas medidas sencillas para aliviar la tensión. ¿Una sugerencia? Busque actividades que le den placer. Escuche música, vea películas, practique actividades físicas, salga con amigos o familiares...
Otra sugerencia es apelar al poder de la oración. En estos momentos, una oración le traerá tranquilidad y hará que no se desequilibre. Encuentre el silencio del Alma y pida a Dios por Su protección y Su Luz, para que no entre en esta vibración. =D
“El Papa reza, el Dalái Lama medita, Chico Xavier oraba, los rabinos entonan sus súplicas, los evangélicos cantan sus alabanzas a Dios, los islámicos recitan el Sagrado Corán... ¿Qué es la Oración, sino el Amor del que se dispone para grandes hechos? Un hermano ateo, cuando medita y practica un acto que beneficia a la colectividad, está orando. En Crónicas y Entrevistas, escribí que orar y meditar se asemejan. Rezar no es una acción simplemente figurativa. Es el más poderoso instrumento que la esencia humana, el Capital Divino, posee. Como afirmaba el monje alemán, Tomás de Kempis (1380-1471) en Imitación de Cristo: ‘Sublime es el arte de conversar con Dios’”, enfatiza el educador Paiva Netto, acerca del carácter ecuménico de este importante acto.
Lea también los artículos de Paiva Netto: La fuerza de la oración y Efecto social de la oración.
No hay excusas para no cuidar de sí mismo.